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martes, 4 de diciembre de 2018

CULTURA CAÑARI


 CULTURA CAÑARI

La palabra cañari etimológicamente viene de Kan = culebra y de Ara = Guacamaya. Para algunos lingüistas significa descendiente de la culebra y de la guacamaya. La verdad es que estos animales fueron considerados sagrados y existen leyendas y decoraciones que así lo demuestran. Dentro de la gran familia Cañari existieron parcialidades con culturas propias. Una de éstas fue la de los Peleusis que se radicaron en el sitio de la actual ciudad de Azogues y ejercieron hegemonía sobre tribus vecinas. Existe una antigua leyenda de que este asiento de los Pelusis fue fundado por los caciques Tenemaza y Carchipulla, apellidos que todavía existen en la provincia.

Origen Mítico
Origen de la Guacamaya
Los Cañaris consideraban el diluvio como el origen de su raza. Decían que en tiempos muy antiguos que habían perecido todo los hombres en una espantosa inundación, que cubrió todo la tierra. La tierra de Cañaribamba estaba ya poblada, pero todos sus habitantes se ahogaron, logrando salvarse solamente dos hermanos varones en la cumbre de un monte, el cual, por eso, se llamaba Huacayñan o camino de llanto. Conforme crecía la inundación, se levantaba también sobre las aguas este cerro; los antiguos moradores, que, huyendo de la inundación, habían subido a los otros montes, perecieron todos, porque las aguas cubrieron todos los demás montes, dejándolos sumergidos completamente.
Guacamayas entran a dejar alimento
Los dos hermanos, únicos con vida después de la inundación, de la cueva en que se habían guarecido salieron a buscar alimento; mas cuál no fue su sorpresa, cuando, volviendo a la cueva encontraron en ella manjares listos y aparejados, sin que supiesen quien lo había preparado. Esta escena se repitió por tres días, al cabo de los cuales, deseando descubrir quién era el ser misterioso que les estaba proveyendo de alimento, determinaron los dos que el uno saldría en busca de comida, como en los días anteriores, y que el otro se quedaría escondido en la misma cueva. Como lo pactaron, así lo pusieron por obra. Mas he aquí que, estando el mayor en acecho para descubrir el enigma, entran de repente a la cueva dos guacamayas, con cara de mujer; quiere apoderarse de ellas el índigena, y salen huyendo. Esto mismo pasó el primero y el segundo día.
Al tercero, ya no se ocultó, el hermano mayor sino el menor: éste logró tomar á la guacamaya menor, se casó con ella y tuvo seis hijos, tres varones y tres mujeres, los cuales fueron los padres y progenitores de la nación de los Cañaris. La leyenda no dice nada respecto de la suerte del hermano mayor, pero refiere varias particularidades relativas a las aves misteriosas: las guacamayas tenían cabello largo y lo llevaban atado, a usanza de las mujeres cañaris: las mismas aves fueron quienes dieron las semillas a los dos hermanos, para que siembren y cultiven la tierra.

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